Reflexión #1

¿Por qué necesito pensar y repensar acciones que ya ocurrieron? ¿Por qué necesito molestar con no encontrar la fina linea entre introspección y sobre pensar?
¿Quién soy para juzgarme en ese sentido?

Mis errores van más allá de lo que soy capaz de comprender, no importa cuanto escriba o cuanto narre, son hechos tatuados en mi historia. En mi.
Siempre puse una cualidad dentro mio, que podría conocerme, entenderme y que siempre me escucharía. Porque, al fin y al cabo, mis pensamientos son lo más puro que puedo encontrar y la censura de los mismos es solo un reflejo de mis inseguridades acatando ordenes de una crianza, de un conocimiento cultural que ya es obsoleto.
Igualmente, me censuro.
Al escribir esto, jamás podre ser completamente honesta con el lector.
¿Alguna vez seré honesta conmigo misma?
¿Qué es lo que quiero hacer con esto? ¿Llegar a alguien o llegar a mi?

Todos los viajes para conocernos son así, empiezan con la intrépida protagonista que se atreve a dejar el control en manos de una mente que necesita decir algo, que ya no puede aguantar sola todo.
Un camino a la fortaleza, a que nuestras propias voces sean escuchadas, no por un agente externo, sino por el mismo cuerpo que se deteriora ante la adversidad.
¿Qué tan fuerte es mi cuerpo para sobrellevar un viaje intrépido?

¿Habrá un sentido de narración o serán miles de lineas temporales para encontrar un solo mundo?

No se, pero mis poemas y yo llegamos hasta aquí por una razón.

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